Invertir tu dinero no es que sea recomendable, es obligatorio.
Sí, en serio. Invertir parte de tus ahorros es primordial.
¿No me crees?
Pues en este artículo te voy a mostrar los tres motivos más importantes por los que deberías ir pensando en invertir una parte de tus ingresos e ir haciendo crecer tu dinero.
Se avecinan tiempos económicamente difíciles. Todos sabemos que nos encontramos en una importante crisis económica, sin embargo, aún hay personas que piensan que tarde o temprano esto pasará y que volveremos a vivir tan bien como antes del estallido de la burbuja inmobiliaria.
Siento ser yo el que te dé las malas noticias, pero los tiempos pasados ya no volverán. El mundo se encuentra inmerso en un proceso de cambio profundo que dará como resultado otra forma de hacer las cosas en la economía y que nos afectará a todos.
En el mundo hacia el que vamos encaminados todos debemos hacernos más responsables de nuestra economía y nuestras finanzas personales. Papá Estado ya no estará ahí para ayudarnos cuando vengan los problemas, de hecho, para darse cuenta de esto no hace falta viajar al futuro, ya podemos percibirlo a día de hoy.
Gestionar la economía personal y preocuparse por la inversión será más necesario que nunca en el futuro próximo, pero los que empiecen hoy tendrán mucho recorrido ganado y estarán mejor preparados para lo que venga.
Pues bien, aquí te muestro los tres motivos por los que es fundamental que inviertas tu dinero. El más importante te lo he dejado para el final.
1. La inflación
Me asusta la cantidad de personas con las que hablo a menudo y que desconocen absolutamente lo que significa el término inflación.
La inflación nos afecta a todas las personas, y por ese motivo es necesario que todo el mundo sepa qué es y cómo funciona.
La inflación es un impuesto oculto con el que los políticos nos roban el dinero sin que nos demos cuenta.
Bueno, esa no es la definición «técnica» del termino inflación. Esa es mi definición personal.
La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios existentes en el mercado. Diríamos que las cosas que compras habitualmente son cada vez más caras.
Por lo tanto, cuando sube la inflación, al subir los precios, puedes comprar menos cosas con el mismo dinero que tenías antes. Tu dinero cada vez vale menos.
A la inflación también se la conoce como IPC, que es el indicador que tiene el gobierno para cuantificar la subida de precios de los productos y servicios que una persona adquiere de forma más habitual. Así se puede saber cómo afecta la subida de precios al bolsillo del ciudadano.
En una economía sana los precios siempre están subiendo de una manera controlada. Lo normal es que suban en torno a un 2% anual de media. Esto es lo que coloquialmente habrás escuchado como «lo que sube la vida». Si echas la vista atrás te darás cuenta de que una barra de pan no cuesta lo mismo hoy que hace diez años, y eso es extrapolable a todo.
Ahora imagina por un momento que eres ahorrador y tienes una generosa cantidad de dinero guardada en tu cuenta bancaria o debajo del colchón.
Pongamos que tienes 30.000€ ahorrados, y que la inflación aumenta un 2% anual. Si mantienes ese dinero guardado, y pasan, por ejemplo, cinco años, la inflación acumulada sería de un 10%. Por lo tanto, tu dinero perdería ese 10% de su valor. Tendrías una cantidad equivalente a 27.000€. Una pérdida de 3.000€ por arte de magia.
Todos los productos y servicios que tu utilizas han subido de precio, por lo tanto, con los 30.000€ que tenías hace cinco años ya no puedes comprar las mismas cosas a día de hoy, por ese motivo tu dinero vale menos.
En realidad, tú seguirías viendo la misma cantidad de dinero en tu libreta o en la pantalla del ordenador: te aparecerían esos 30.000€. De la misma manera, si retiraras el dinero en metálico, obtendrías billetes por la cantidad de 30.000€. La cuestión es que, si los precios de todo han tenido una subida acumulada del 10%, tu dinero vale menos que hace cinco años aunque tengas fisicamente la misma cantidad.
Con el mismo dinero que antes, ahora compras menos cosas.
Es lo perverso de la inflación. Tú sigues viendo el mismo dinero que tenías, sigues pensando que está guardado a salvo, pero en realidad se está depreciando.
Hay gente que no invierte su dinero por miedo a lo que pueda perder, y no se da cuenta de que debido a la inflación ya está perdiendo dinero.
Por ese motivo es tan importante poner tu dinero a trabajar. Si no quieres perder dinero lo que debes de hacer es invertir, no dejar el dinero parado.
Si no inviertes tu dinero, con el paso del tiempo pierde valor: cada vez vale menos.
Es fundamental que inviertas y le saques una rentabilidad. Al menos debes conseguir cada año una rentabilidad igual a la inflación, y si esa rentabilidad que consigas es mayor a la inflación, mucho mejor; habrás hecho crecer tu dinero.
Así que ya sabes: si no inviertes tu dinero, sin darte cuenta estás perdiendo dinero.
2. El patrimonio personal
Otro de los aspectos fundamentales por el que deberías dedicarte a invertir una parte de tu dinero, es el de la creación de un buen patrimonio personal.
Ya pudiste ver en un anterior artículo el poder que tenía el interés compuesto a lo largo del tiempo para hacer crecer el dinero.
Por eso, invertir tu dinero en el largo plazo te proporcionará la posibilidad de crear un gran patrimonio personal que te será muy útil, y los motivos los vas a ver a continuación.
Ahorrar una parte de tus ingresos, y destinarla a la inversión de forma periódica en algún producto financiero que te dé rentabilidad, hará que tu dinero crezca y se multiplique por sí solo.
Ir acumulando un buen patrimonio personal te servirá para estar protegido ante los imprevistos: un despido repentino, una baja por incapacidad, un gran gasto no programado, recortes en las prestaciones y servicios públicos…
Las mayores ventajas que obtendrás ahorrando e invirtiendo tu dinero son la tranquilidad y seguridad que te dará. Psicológicamente, saber que se tiene una buena cartera de activos o inversiones, hace que uno afronte la vida de otra manera. La inversión a largo plazo da tranquilidad y seguridad, y eso seguro que te hace más feliz.
Cuando uno tiene un buen dinero guardado, un patrimonio personal, se siente más seguro ante la vida. Un despido no supone la misma carga económica y psicológica que para una persona que vive al día y no tiene ahorros. Para alguien que tiene un buen patrimonio un gasto imprevisto se soluciona sin ningún problema. O incluso ese dinero invertido que va creciendo puede utilizarse un día para pegarse algún capricho en forma de unas buenas vacaciones, por ejemplo.
Ya has visto que dedicarse solo al ahorro no es demasiado inteligente, ya que la inflación se come tu dinero. Por eso es necesario invertir y además hacer crecer el dinero. Cuanto más patrimonio tengas más grande será tu colchón de seguridad.
Con la inversión el dinero crece sin que tú tengas que invertir tiempo o esfuerzo para ello. Para ganar dinero trabajando tú tienes que ir a tu empresa y alquilar tu tiempo y tu esfuerzo para conseguir dinero cada mes, pero con la inversión el dinero crece sin que tu tengas que hacer prácticamente nada.
Por eso, ahorrar e invertir para acumular un buen patrimonio es una tarea fundamental.
Ahorrar e invertir a largo plazo te será muy útil para hacer frente a las vicisitudes que surjan a lo largo de tu vida.
Tener un buen patrimonio creciente te hará sentirte más seguro y más libre.
Los beneficios son enormes.
3. La jubilación
Sobre este asunto también te hablé largo y tendido en un artículo anterior.
Yo no me canso de decirlo, y muchos otros economistas tampoco: el día de mañana las pensiones públicas serán prácticamente de subsistencia.
Ahorrar e invertir a lo largo de la vida se convierte en este caso en un ejercicio obligatorio.
En España, debido a tener este sistema de pensiones públicas, nunca nos hemos preocupado de pensar en nuestra jubilación. Hemos dado por hecho que, llegada nuestra vejez, el Estado se haría cargo de nosotros económicamente. Al fin y al cabo, hemos cotizado para ello.
Pues esta idea es contra la que debemos luchar. En muchos otros países del mundo y de nuestro entorno, el ahorrar e invertir a lo largo de la vida es una práctica de los más habitual, y el que no la realiza se ve abocado a vivir una vejez precaria o a tener que trabajar en la etapa final de su vida.
Por lo tanto, es fundamental ahorrar e invertir para el día de mañana tener un dinero que complemente nuestra pensión pública.
Si la futura pensión pública que cobres va a ser tan pequeña como se espera, será necesario complementarla o apoyarla con otra fuente de ingresos, así que la opción que queda es ir ahorrando durante la vida laboral e ir invirtiendo ese dinero para hacerlo crecer, así, una vez llegada la edad de jubilación, se tendrá un patrimonio suficiente como para vivir de una forma digna o incluso de una manera bastante cómoda.
Por eso a partir de ahora debes cambiar tu mentalidad y orientarla hacia ese sistema de ahorro e inversión personal. La población aún no está metalizada, pero en el futuro va a ser necesario tener bien interiorizados estos conceptos.
Aquel que no se prepare para la jubilación pasará una dura vejez, y además cada vez la esperanza de vida aumenta más años, lo que complica el asunto.
Tú tienes ventaja. Tú ya estás informado, así que puedes ponerte hoy mismo manos a la obra y hacerte responsable de tus finanzas personales y de tu futuro; el tuyo y el de tu familia.
Cuanto antes empieces, más ventaja tendrás.
Conclusiones
Estos son tres motivos, pero hay muchos más.
Creo que ya solo con uno de estos tres sería suficiente para que cualquier persona se preocupara un mínimo por ahorrar y sacar rendimiento a su dinero. Pero los tres juntos configuran un argumento demoledor.
Debes ahorrar e invertir para que tu dinero no se lo coma la inflación, después intentar hacer crecer esos ahorros para crear un buen patrimonio con el que sentirte seguro, y finalmente llegar a la jubilación con ese patrimonio creado para complementar tu pensión de jubilación.
Hay cientos de excusas y pretextos para no hacerte responsable de tus finanzas personales, pero si estás leyendo esto es porque espero que tengas alguna inquietud por tu futuro.
El mundo de las inversiones es grande, pero no por eso debe darte miedo. Hay productos financieros adaptados a ti, con mayor o menor complejidad y riesgo.
Fórmate, aprende, busca un sistema de inversión fácil y que puedas llevar a cabo tú solo, o invierte en fondos de inversión…
Y si no, siempre te puedes poner en manos de un profesional para este tipo de asuntos: un asesor financiero.
Termino haciéndote hincapié en el concepto: invertir tu dinero es fundamental.
Ya has visto mis tres motivos, ahora busca los tuyos.
Tu futuro está en tus manos.
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Es imprescindible que mejores tu educación financiera y te hagas responsable de tus finanzas personales.
¡Ánimo!