Diferencias entre deudas que te hacen pobre y deudas que te hacen rico

Por norma general, siempre que se habla de deudas se percibe como algo negativo y perjudicial para las finanzas.

Muchas personas intentan huir de ellas, sin embargo, pocos se libran de tenerlas.

Pero no todas las deudas que puedes tener son malas. Existen otro tipo de deudas que son buenas, incluso que te pueden hacer ganar dinero y ponerte en el camino de la riqueza.

En este artículo vamos a ver la diferencia entre las deudas buenas y las deudas malas y su gran importancia a la hora de construir unas buenas finanzas personales.

Deudas malas

Estas son las que ya conoces.

Las deudas que por norma general suelen tener la mayoría de personas son malas: la hipoteca de su casa, el préstamo del coche, el crédito personal, las compras de la tarjeta de crédito…

Todas estas son deudas que te hacen más pobre: debes dinero y tienes que devolverlo con intereses.

La característica más notable de la deuda mala es que es dinero que se pide prestado y se usa para adquirir servicios o bienes de consumo que no van a reportar ningún beneficio económico posterior.

Las deudas malas son las que se usan para comprar pasivos.

Siempre que pidas dinero prestado, y lo uses para comprar cosas que no te reporten ninguna rentabilidad o beneficio económico, en ese caso estaríamos hablando de deuda mala.

La deuda mala te hace ser menos libre, ya que adquieres un compromiso de pago con otra persona, y además te hacen más pobre, porque tendrás que devolver esa deuda con intereses.

Deudas buenas

Estas son las grandes desconocidas para muchas personas.

Lo primero que se debe saber es que la gente rica tiene muchas deudas buenas. Gran parte del patrimonio que poseen está supeditado a  préstamos y créditos.

¿Cómo es esto posible?

Pues bien, las deudas buenas son aquellas en las que se pide dinero prestado para adquirir bienes que te reportan una rentabilidad o un flujo de dinero a tu bolsillo.

Las deudas buenas son las que se usan para comprar activos.

Si pides un préstamo para comprar un activo que te proporcione beneficios, entonces estaríamos hablando de deuda buena.

La deuda buena te pone en el camino de la riqueza ya que con ella consigues comprar y construir activos más rápido.

Cuando adquieres deudas buenas lo que haces es lo que se llama apalancarse.

Utilizas una palanca que te ayuda; en este caso esa palanca te ayuda a conseguir activos que en condiciones normales no podías comprar.

Diferentes tipos de deuda mala y deuda buena

Bueno, como has visto las diferencias entre un tipo de deuda y otro son notables. Veamos unos ejemplos:

  • Las deudas malas serían, como te he comentado, la hipoteca de la casa donde vives, cualquier tipo de préstamo para comprar un bien de consumo, la deuda que se adquiere al aplazar las compras con tarjeta de crédito, comprar un producto a plazos…
  • Las deudas buenas, sin embargo, sirven para financiar un proyecto emprendedor, crear tu propia empresa, hipotecarte para comprar una vivienda que después vas a alquilar, pedir un préstamo para comprar una licencia de taxi y un vehículo para ponerlos a trabajar, usar el crédito para comprar activos financieros o invertir en bolsa (esto último solo para profesionales)…

Como ya te he comentado, las deudas malas te ponen en el camino de la pobreza; las deudas buenas te encaminan hacia la riqueza.

Las personas ricas tienen enormes deudas buenas y muy pocas deudas malas. Con las deudas buenas compran activos, y esos activos después sirven para solicitar prestamos de dinero con menores intereses, ya que las entidades bancarias les dan más confianza crediticia por el aumento de su patrimonio.

Su riesgo de impago es menor.

Las personas ricas obtienen créditos más ventajosos debido a que les avala el patrimonio que han ido construyendo, y gracias a esos créditos más ventajosos pueden lanzarse a nuevos proyectos de inversión con mejores rentabilidades.

Es un círculo virtuoso.

Pero adquirir deuda buena también tiene sus riesgos; las inversiones y los activos que se compren pueden resultar después malas inversiones, por lo tanto, apalancarse con deuda buena no es tan sencillo como parece.

Se deben tomar siempre buenas decisiones de inversión y muy estudiadas, pero cuando uno se apalanca para ello, es mucho más importante si cabe.

Lo cierto es que el crédito es una herramienta muy útil para hacer aumentar el patrimonio siempre que se use de la forma correcta.

Conclusiones

En resumen:

Se llama deuda mala al dinero prestado que se usa para comprar pasivos: cosas que no nos dan dinero, o incluso nos lo quitan.

Deuda buena se denomina al dinero que pedimos prestado para comprar activos: cosas que nos dan dinero.

Como es lógico, para tener unas mejores finanzas personales debemos intentar tener las menos deudas malas posibles y las mayores deudas buenas posibles.

Con la deuda buena conseguimos aumentar más rápido nuestro patrimonio. Nos sirve para apalancarnos y así el crédito se convierte en una herramienta útil para hacer crecer nuestro dinero.

Debes tener en cuenta que la deuda buena también tiene sus riesgos, ya que los activos que se compren con ellas pueden no ser tan rentables como se pensaba en un inicio.

Para crecer financieramente debes adquirir deuda buena, es decir, usar el dinero de otras personas para adquirir activos y hacer crecer negocios, y evitar la deuda mala, es decir, evitar pedir dinero prestado para adquirir pasivos o para gastos personales.

Robert Kiyosaki

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Bueno, pues ya has visto un pequeño secreto más de la gente rica.

Tal vez ahora puedas poner la vista en tus finanzas personales y analizar mejor que tipos de deudas tienes y cómo puedes usar la deuda buena para mejorar tus finanzas.

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Un fuerte abrazo y buena inversión,
Alvaro.

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