Este es el mejor sistema para administrar tu sueldo mensual

La manera en la que administramos nuestros ingresos mensuales es la cuestión de mayor importancia a la hora de tener unas finanzas personales saneadas y en orden.

El sueldo mensual, ya sea por cuenta propia o ajena, es para muchas personas su única fuente de ingresos, por lo tanto, saber cómo administrarlo es de vital importancia.

Cada personas es un mundo y cada una tiene unas circunstancias personales diferentes.

No obstante, en este artículo vamos a ver un sistema simple de administración del dinero que se ha comprobado como sensato y útil para la gente común.

Si quieres administrar tu sueldo de una manera más eficiente, este artículo te interesa.

Coge papel y boli, que empezamos.

La importancia de tener un presupuesto mensual

Son muchas las personas que aseguran no llegar a fin de mes.

Otros dicen que si su sueldo fuera mayor sus circunstancias económicas serían diferentes.

Está claro que a mayores ingresos también es mayor la posibilidad de llevar una buena vida desde el punto de vista económico, sin embargo, esto no siempre es así.

Las personas, sobre todo las que tienen una mala educación financiera, siempre tienden a gastar todo lo que ingresan, y en muchas ocasiones incluso incurren en gastos aún mayores a sus ingresos.

El que gana mil, gasta mil, y el que gana tres mil, gasta tres mil, y si puede pedir un crédito y endeudarse, lo hará.

Por lo tanto, para la mayoría de personas unos mayores ingresos no solucionan sus problemas económicos.

Por eso se hace necesario realizar un presupuesto mensual de ingresos y gastos organizando correctamente qué se hace con el dinero.

Da igual el nivel de ingresos de una persona, ya sean estos bajos o altos.

Lo fundamental es una buena organización y creación de una estrategia mediante un presupuesto.

La regla del 50/30/20

Existe una regla comúnmente aceptada para organizar el presupuesto mensual que es la del 50/30/20.

Con esta fórmula dividiríamos nuestro presupuesto en tres partes:

El 50% del presupuesto para gastos fijos.

El 30% del presupuesto para gastos variables.

El 20% para ahorro e inversión.

Vamos a ver estos apartados más detalladamente.

El 50% de gastos fijos

En este apartado del presupuesto debe entrar todo gasto fijo que utilizamos para el desarrollo normal de nuestra vida.

Como es lógico, entrarían aspectos como la hipoteca o el alquiler, los gastos de suministros (agua, gas, electricidad…), alimentación, la comunidad, los impuestos, el seguro de hogar o del vehículo, la letra de los créditos…

E incluso otros gastos como el colegio de los niños, el gimnasio, las clases de inglés o la suscripción a la revista «Jara y sedal», por poner unos ejemplos.

Todo gasto fijo debe ser incluido en este apartado.

Eso quiere decir que el total de todos estos gastos no deben superar en ningún caso el 50% de nuestros ingresos.

Por lo tanto, si tus gastos fijos superan el 50% de tus ingresos, deberías plantearte rebajar esos gastos fijos.

Por norma general el mayor gasto fijo es la hipoteca.

La gente suele cometer el error de comprarse una casa que está por encima de sus posibilidades económicas, afectando esto al porcentaje de dinero que debería dedicar a otras cosas importantes y desequilibrado el presupuesto, como veremos después.

Una vez que alguien contrata una hipoteca es complicado rebajar ese gasto, así que tendrá que meter mano a otros gastos fijos si quiere cumplir este sistema.

¿Pero qué hago si mi sueldo es muy bajo?

También existen personas que tienen sueldos muy bajos y que todo se les va en los gastos fijos.

Sus gastos fijos superan el 50% de sus ingresos y tienen poco margen de maniobra.

Sin duda, si los ingresos son bajos, las posibilidades de equilibrar el presupuesto son más pequeñas, o las decisiones a tomar serán más drásticas.

Para equilibrar el presupuesto habría dos opciones:

Aumentar los ingresos con un nuevo trabajo mejor remunerado.

Reducir los gastos fijos todo lo posible, bien prescindiendo de gastos fijos como el vehículo particular u otros más innecesarios, o incluso cambiando la vivienda por otra con una hipoteca más reducida u optar por el alquiler en una zona más económica.

Como digo, las personas con bajos ingresos tienen menos margen de maniobra, o tendrán que tomar decisiones más drásticas, pero siempre se pueden hacer cosas para poder equilibrar el presupuesto de gastos fijos.

Es muy importante ajustar los gastos fijos al 50% para alguien con poca capacidad de ingresos por los motivos que veremos después.

El 30% de gastos variables

En este apartado incluiremos todos los gastos que no son fijos si no que son imprevistos cada mes.

Aquí suelen incluirse todos los gastos de ocio como son por ejemplo ir al cine, al teatro, de cena con amigos, tomarse una cerveza en el bar…

También pueden incluirse gastos como la ropa, la reparación o mantenimiento del vehículo o el hogar, la necesidad de comprar algún elemento de consumo como un nuevo televisor, hacer un viaje…

Cualquier gasto de salud como ir al dentista o incluso ir a la peluquería…

En definitiva, aquí se incluyen todos los gastos que no son fijos pero que son necesarios para el transcurso normal de la vida diaria.

Al ser gastos variables, muchas veces es difícil controlarlos, pero debes intentar siempre ajustarte al presupuesto y no sobrepasar ese 30%, porque si no estarías penalizando el dinero dedicado al ahorro y la inversión.

En este apartado es donde uno puede apretarse un poco más el cinturón; ten en cuenta que todo lo que gastes de menos en esta parte la podrás dedicar de más en el apartado siguiente.

El 20% de ahorro e inversión

Este es el último apartado, pero no el menos importante.

De hecho creo que es el que más importancia tiene de todos, pero el que la gente más olvida y subestima.

El dinero destinado a este 20% es el que te permitirá construir una nueva fuente de ingresos o con el que podrás aumentar tu patrimonio.

Si no dedicas parte de tus ingresos a este apartado nunca podrás salir de tu estado económico.

Si tu única fuente de ingresos es tu salario, y no dedicas nada a la inversión, nunca podrás prosperar económicamente.

Las ventajas de tener dinero ahorrado e invertido son muchas:

Tener un colchón de seguridad.

Crear una fuente adicional de ingresos.

Poder invertir el educación o formación.

Evitar incurrir en créditos.

Solvencia y tranquilidad personal.

Aumento de la riqueza y patrimonio personal.

Si tus ingresos son bajos, es aún más importante centrarse en este 20% del presupuesto.

El dinero dedicado a ahorro e inversión te brindará la posibilidad de poder gastar en tu formación, algo fundamental para mejorar tu condiciones laborales y poder así aumentar tus ingresos.

Por lo tanto, este 20% debe ser una prioridad, si no, nuca podrás escapar de la «carrera de la rata» financiera.

También hay que tener en cuenta a aquellas personas que cometen el error de comprarse una casa que, aunque pueden pagar, está muy por encima de sus posibilidades económicas: supone un gran lastre para su presupuesto y no les permite tener capacidad de ahorro o inversión.

De esta manera, estas personas se atrapan en un círculo que no les permite prosperar económicamente: sobreviven siempre en el mismo nivel sin posibilidad de crecer o mejorar económicamente, y eso siempre y cuando puedan mantener su empleo.

Ni pueden invertir dinero en mejorar su formación, ni pueden utilizar el dinero para invertir y adquirir activos; simplemente trabajan para pagar su casa y vivir como pueden con lo que les sobra.

Este 20% del presupuesto es el único que te puede sacar del círculo vicioso de: trabajar-cobrar-gastar-trabajar.

La única forma de salir de ahí es invirtiendo, y para eso necesitas dedicar dinero de tus ingresos a este apartado.

Cómo administrar el 20% de ahorro e inversión

NOTA: una buena forma de conseguir este 20% del presupuesto de manera efectiva, es mediante el preahorro que te mostré en un artículo anterior.

El primer paso que debes de dar con el dinero destinado al ahorro es crearte un colchón de seguridad para imprevistos.

Lo ideal es que ese colchón fuera la cantidad suficiente para cubrir tus gastos fijos y variables durante un año.

Ese dinero para imprevistos lo mejor es tenerlo en alguna cuenta remunerada por la que se obtenga algún interés, pero en la cual tengas disponibilidad para retirarlo en cualquier momento.

Una vez cubierto tu fondo de imprevistos, todo el dinero destinado al este apartado del 20% debe utilizarse para invertirlo.

A la hora de invertir se pueden utilizar todos los productos financieros y estrategias que cada uno crea convenientes (Bolsa, inversión en dividendos, fondos de inversión, inmuebles…)

En esto no voy a entrar en demasiado detalle en este artículo.

Ya sabes lo que yo suelo recomendar a la hora de invertir, y si no, tienes el resto del blog para poder elegir el tipo de inversión que mejor se adapte a tus necesidades y objetivos.

Invierte en lo que quieras, ¡pero invierte!

Reflexiones finales

Este sistema de administración de las finanzas personales es muy sencillo, pero a la vez muy útil y efectivo.

Con él conseguirás llevar tus cuentas de una forma más eficiente y mejorarás bastante tu economía con el tiempo.

Una de las cosas fundamentales que debes hacer es, en un momento libre, coger papel y boli y te ponerte a hacer cuentas.

Es muy importante que plasmes tus cuentas en un papel o una hoja de cálculo.

En serio, hazlo.

Debes calcular cuáles son tus ingresos, cuáles son tus gastos fijos pormenorizados, cuánto puedes destinar a gastos variables y cuánto a ahorro e inversión.

Una vez hecho esto, solo debes ser fiel a este sistema y sobre todo no engañarte a ti mismo (algo muy habitual).

La honestidad contigo mismo es muy importante en estas cuestiones.

Si te engañas a la hora de hacer tus cuentas, o a la hora de administrar el dinero, te estarás boicoteando a ti mismo y a tu futuro financiero.

Te aseguro que unas finanzas personales bien administradas te reportarán muchos beneficios, no solo ya económicos, si no a nivel psicológico y personal.

Una persona con sus finanzas en orden es una persona con su vida en orden.

*****

Ahora te toca a ti.

¿Crees que este sistema es útil para llevar unas buenas finanzas personales, o usarías otro diferente? ¿Estás utilizando ya alguna regla concreta para administrar tus ingresos y gastos?

Cuéntanoslo en los comentarios.

Un saludo,
Alvaro.

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