Invertir en dividendos o en fondos de inversión. ¿Qué es mejor?

Ya sabes que el tema estrella de este blog es la inversión con una estrategia de dividendos, pero también hemos hablado mucho sobre invertir mediante fondos de inversión.

Ambas son formas muy interesantes de invertir y conseguir buenas rentabilidades.

Creo que son los mejores vehículos de inversión para la mayoría de ahorradores, pero, ¿cual es mejor? ¿Que diferencias importantes hay entre uno y otro sistema?

En este artículo vamos a ver qué es lo que hace más interesante a una estrategia sobre la otra y por qué.

Diferencias

No voy a entrar en demasiados detalles sobre cada estrategia ya que puedes verlo en otros artículos anteriores.

Pero sí voy a resaltar sus peculiaridades más notables y lo que más nos interesa para esta comparación.

Dividendos

La estrategia de dividendos, como su nombre indica, es una forma de invertir donde se van comprando y acumulando una serie de activos en forma de acciones de empresas y en la cual poco a poco se va construyendo una buena cartera de compañías.

El quid de la cuestión en esta estrategia es la obtención de rentabilidades vía dividendos.

Es una estrategia a largo plazo en la que no se especula ni se obtienen rentabilidades con la diferencia de la venta de las acciones.

Lo más importante que se debe tener presente en esta estrategia es que la rentabilidad se obtiene en forma de ingresos pasivos vía esos dividendos comentados.

Las acciones de las empresas en cartera aportan un flujo de dinero a nuestro bolsillo, unos ingresos pasivos, y esto sin duda es lo más interesante de esta estrategia.

Fondos de inversión

La inversión a través de fondos de inversión es diferente a la de dividendos.

A través de fondos de inversión lo que hacemos en poner nuestro dinero en un fondo común donde un gestor profesional lo administrará e invertirá para obtener una rentabilidad para nuestro dinero.

En este caso, el dinero que depositemos se irá apreciando y nuestro capital irá aumentando (si las rentabilidades son positivas).

Nuestro patrimonio crecerá e irá en aumento.

Existirá una revalorización del activo, pero no obtendremos un flujo de ingresos pasivos como en el caso de los dividendos.

La mejor opción

Bueno, pues ya hemos visto las principales diferencias entre invertir en dividendos y hacerlo mediante fondos de inversión, pero hay una que es la más importante y que salta a la vista según lo comentado.

Con la inversión en dividendos se obtienen ingresos pasivos.

Esa es la crucial diferencia que existe entre un sistema y otro, y que para mí tiene una importancia fundamental.

Podríamos decir que, con los fondos de inversión, tenemos una vaca que engorda y cada día vale más en el mercado, que su valor aumentar, y según pase el tiempo podríamos venderla por más dinero de lo que nos costó inicialmente.

Con la inversión en dividendos tendríamos una vaca que en principio no tenemos intención de vender, si no que podríamos ordeñarla y vivir gracias al dinero que nos diera su leche.

Puede que esta sea una apreciación subjetiva por mi parte, pero para mí personalmente la creación de activos con los que se pueda obtener un flujo de dinero periódico me parece la piedra filosofal de las finanzas personales.

Poseer activos que te proporcionen ingresos pasivos puede que sea la situación más placentera que puede tener una persona desde el punto de vista financiero personal.

Justo lo contrario a tener deudas.

Con la inversión en fondos la única manera de disfrutar de las rentabilidades es vender participaciones de ese fondo, y de esa manera estás liquidando parte del activo, con el inconveniente que tal vez te veas en la necesidad de vender en un mal momento de mercado.

Con los dividendos tus activos siguen intactos, y sigues obteniendo ingresos pasivos independientemente de si las bolsas están caras o baratas en ese momento.

Por estos motivos, para mí la inversión en dividendos supone una gran diferencia con respecto a otras formas de invertir como la de los fondos.

Ventajas de la inversión en dividendos

  • Obtienes un flujo de dinero en forma de ingresos pasivos.
  • La cartera de acciones puede ser heredable y pasar de generación en generación.
  • No tienes que vender el activo para disfrutar de sus frutos.
  • Tú administras personalmente tu propio patrimonio.

La combinación hace la fuerza

Es cierto que la inversión en fondos también tiene sus cosas buenas.

La inversión en fondos es más sencilla ya que de la gestión se encarga otra persona.

Además, se pueden obtener rentabilidades mayores que con los dividendos.

Por estas razones, no se debe descartar tampoco la inversión a través de fondos.

Pero lo mejor de todo es que no tiene por qué ser obligatorio elegir entre un sistema u otro.

Estas dos formas de invertir son totalmente compatibles y complementarias.

Muchos inversores tienen carteras de inversión en dividendos donde además tienen una parte de esa cartera invertida en uno o varios fondos de inversión.

De esta manera, se consigue una cartera aún más sólida y diversificada.

Incluir en nuestra estrategia de dividendos un fondo de inversión value, un fondo índice o uno que invierta en mercados emergentes, le dará a nuestro portafolio de acciones mayor robustez y diversificación.

Muchas veces un fondo nos dará la oportunidad de diversificar en mercados a los que nuestros conocimientos o capacidades no nos permiten llegar invirtiendo directamente en empresas.

La combinación de estas dos formas de invertir, la de dividendos y la de fondos, es una opción muy interesante y muy a tener en cuenta por cualquier inversor.

Conclusiones

Como hemos visto, y aunque puede que sea una apreciación subjetiva y personal por mi parte, la inversión en dividendos me parece mucho mejor y tiene mayores ventajas que otras maneras de invertir por un simple hecho: la obtención de ingresos pasivos.

Los ingresos pasivos son algo maravilloso ya que nos proporcionan un flujo de dinero a nuestro bolsillo sin esfuerzo ni gasto de tiempo por nuestra parte.

Esos ingresos pasivos nos harán sin duda llevar una vida más cómoda y mejor con la que incluso podríamos llegar a conseguir la libertad financiera.

No obstante, la inversión en fondos no debe nunca descartarse.

Es muy útil para otro perfil de inversores o personas con otros objetivos, y lo más importante es que es compatible y complementaria con la inversión en dividendos.

Con la combinación de ambas se consigue una cartera más diversificada y versátil.

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¿Y tú de quién eres? ¿De dividendos o de fondos?

Ya seas de un «bando» u otro ya sabes que puedes dejar tus comentarios y opiniones más abajo.

Te animo a comentar y espero que podamos abrir un buen debate sobre que forma de invertir es mejor. Seguro que hay diversas opiniones.

Un abrazo y buena inversión,
Alvaro.

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