Mis primeros pasos montando mi propio negocio – Parte 1

Bueno, pues parece que he batido mi récord de tiempo sin escribir un nuevo post.

Reconozco que durante unos meses he tenido el blog un poco descuidado.

He pasado por aquí a contestar comentarios de vez en cuando, pero lo de escribir nuevo material lo he dejado bastante de lado.

La verdad es que entre unas cosas y otras no he tenido mucho tiempo, y también he tenido la cabeza puesta en otros asuntos; más adelante verás el por qué.

Pero bueno, vuelvo a estar por aquí y voy a aprovechar para contarte un poco cómo va el proyecto de negocio que tengo entre manos y del que te había hablado un poco en otros artículos.

Además, quería escribir algo nuevo antes de irme unas semanas de vacaciones, para que la cosa no se alargara aún más.

En este artículo voy a mostrarte cuál es el proceso que estoy siguiendo hasta ahora para conseguir montar mi propio negocio.

Seguro que te será muy útil si algún día tú también te lanzas a emprender.

Te pongo en antecedentes

Lo he dejado caer ya en algunos artículos anteriores, pero por si acaso no los has leído, simplemente eso, que me he liado con un proyecto de inversión de negocio.

Pero no una inversión en el mercado de valores que es de lo que suelo hablar por aquí y lo que vengo haciendo hasta ahora.

Hablo de invertir en un negocio propio.

Como ya adelanté, este negocio es bajo el modelo de franquicia, para que te pongas en situación.

También comentarte que en esta aventura no estoy solo, somos tres socios y amigos que tenemos la misma ilusión y ganas de aventura.

Antes de nada, también quiero decirte que, al menos de momento, no voy a hablar de cuál es el nombre comercial de la franquicia ni cuál es el sector en el que opera.

Y esto es simplemente porque quiero mantener mi privacidad y también quiero mantener la privacidad de la propia marca de franquicia.

Espero que lo entiendas.

Lo que sí te diré es que es un sector un tanto particular y con una regulaciones más exigentes que las que tienen otro tipo de actividades más comunes, por eso mi proceso es más largo y tedioso que la apertura de otros conceptos de negocio de otros sectores.

Te darás cuenta según vayas leyendo el artículo.

No obstante, todo lo que te cuente en este artículo creo que te será útil, al margen de sectores o marcas comerciales.

Mi primer paso: la consultora de franquicias

No sé si tú lo sabias -yo antes no-, pero existen consultoras que se dedican en exclusiva al negocio de las franquicias.

Su trabajo es básicamente asesorar tanto a las empresas como a los particulares.

Lo que hacen con las empresas consiste en ayudar al empresario a convertir su negocio en franquicia; siempre y cuando eso sea factible, que en ocasiones no lo es.

También ayudan a empresas franquiciadoras a desarrollar su red de franquiciados y expandir así su modelo de negocio.

Y por otro lado, ayudan a los emprendedores a encontrar el modelo de franquicia que mejor se adapte a su perfil (y también a su bolsillo).

Y aquí es donde entro yo, en el papel de alguien que quería emprender y poner un nuevo negocio en esta modalidad.

Una vez que en la consultora analizaron nuestro caso nos ofrecieron una serie de opciones y escogimos una que nos pareció bastante interesante.

Franquicias hay muchas, pero algunas no tienen pinta de funcionar demasiado bien, otras son a priori negocios de éxito pero montarlas cuesta un autentico dineral, otras operan en sectores poco agradecidos que conllevan mucho trabajo y dedicación…

En fin, que franquicias hay muchas y cada uno tiene que ver qué es lo que anda buscando.

Nosotros por suerte encontramos algo que nos convenció y decidimos tirar hacia delante.

Expofranquicia

Además de las reuniones que tuvimos en la consultora, yo y mis socios estuvimos en la feria de franquicias que se celebra anualmente en Madrid.

No es una feria demasiado grande, sobre todo comparada con las ferias que se celebran de otros sectores, pero fue suficiente para echar un vistazo a la oferta de franquicias que hay disponible.

Pudimos hablar con varias de estas empresas y ver que ofrecían.

La verdad es que fue un día muy instructivo e interesante.

Descubrimos un poco mejor como funciona este mundillo, y también nos sorprendió ver a grandes compañías que también trabajan con esta modalidad de negocio, como Banco Santander o Carrefour.

En busca de local

Pues bien, una vez decidido qué franquicia íbamos a montar, y revisadas todas sus condiciones, el siguiente paso era encontrar un local idóneo para instalar este tipo de negocio.

En este proceso la consultora de franquicias nos echó una buena mano.

Tanto ellos como nosotros estuvimos buscando locales en todos los sitios que podíamos, sobre todo a través de internet y de inmobiliarias.

He de decir que buscar local para un negocio no es una tarea sencilla.

Hay muchos locales, pero la mayoría no sirven para la actividad concreta que buscas, o tienen un precio que se te va de margen, o necesitan una reforma excesiva, o te los quitan de las manos antes incluso de llamar preguntando por ellos, o la franquicia después de analizarlos no te los valida… o cuando encuentras uno que cumple los requisitos, resulta que tienes una franquicia de la misma marca a escasos metros.

Por todos esos motivos la búsqueda de local se nos alargó bastante tiempo, y eso que buscábamos en toda la Comunidad de Madrid.

Pero bueno, al final después de tanta búsqueda sonó la flauta.

Y fue la consultora de franquicias la que nos proporcionó el local.

Incluso ya habían hablado previamente con la inmobiliaria que lo llevaba y negociaron unas condiciones ventajosas para nosotros.

El siguiente paso fue que la empresa franquiciadora diera su visto bueno después de hacer su análisis de mercado.

Por suerte fue aprobado y nos dijeron que según sus cálculos tenía un buen potencial de negocio (claro, que luego vete tú a saber).

Empresa de ingeniería – Fase 1

Una vez que por fin encontramos un local que pensábamos que se ajustaba a lo que necesitábamos, el siguiente paso era saber si cumplía todo el galimatías legal y normativo necesario para realizar la actividad que queremos realizar.

Para ello contratamos a una empresa de ingeniería que se encarga de todos estos trámites.

Esta empresa nos acompañará durante bastante tiempo en el proceso de montar el negocio, como podrás ver más adelante.

En la primera fase su trabajo consiste en visitar el local y hacer una análisis previo para ver si, como te decía antes, cumple todos los requisitos para poder ejercer la actividad comercial de nuestra franquicia.

Ellos se encargan de todo y te hacen un informe para decirte si sí o si no el local es válido.

En nuestro caso afortunadamente el local cumplía los requisitos normativos.

Firma del contrato de alquiler

Bueno, pues una vez encontrado un local, que nos diera el visto bueno la empresa franquiciadora y que nos diera el visto bueno la empresa de proyectos de ingeniería, el siguiente paso era proceder a firmar el contrato de alquiler.

Esto no tiene mucha historia.

Las condiciones del alquiler ya las habíamos ido negociando mientras se realizaban los tramites anteriores.

Al final conseguimos una pequeña rebaja en la cuota mensual y dos meses de carencia en el pago del alquiler.

La parte mala fueron los dos meses de fianza legal y otros dos meses de aval, y además tener que pagar un mes a la inmobiliaria en concepto de comisión.

Pero bueno, nada fuera de lo habitual en estos casos.

Empresa de ingeniería – Fase 2

Así que ya teníamos definitivamente nuestro local y estábamos deseosos de ponernos manos a la obra.

Pero, ¿cuál era el siguiente paso?

Pues ahora lo que tocaba era la fase 2 de la empresa de ingeniería.

Esta fase consiste en hacer un proyecto totalmente detallado con las medidas, planos, modificaciones, seguridad…

En definitiva, todo lo necesario para hacer la reforma y que cumpla con los requisitos que exigen las diversas normativas y los requisitos del franquiciador.

Este proceso la verdad es que ha sido tedioso.

La empresa de ingeniería, como es lógico, ha tardado un tiempo razonable en terminar todo el proyecto, pero cada vez que han necesitado ponerse en contacto con la franquiciadora todo se ha ralentizado.

Al ser una empresa bastante grande y multinacional, cualquier decisión, firma o aprobación tiene que seguir un proceso y unos filtros internos que hacen que todo se quede parado.

Pero claro, sin su aprobación nada sigue adelante; es lo malo en todo caso de trabajar en esta modalidad de negocio.

Lo que más tardó es la aceptación de la configuración de cómo va a quedar el local configurado en el interior, incluyendo mobiliario, decoración y elementos técnicos.

Tampoco voy a entrar en más detalle sobre este punto, pero sin duda en este proceso se nos ha ido mucho tiempo valioso.

Presentación de solicitud de licencia en el ayuntamiento

Una vez que la fase 2 quedó por fin terminada, el siguiente paso era presentar todo el proyecto técnico en el ayuntamiento para solicitar la correspondiente licencia de obra.

En algunos ayuntamientos se puede comenzar la obra con una «declaración responsable» mientras se tramita la licencia definitiva, pero en la localidad donde se encuentra nuestro local esto no era posible.

Por lo tanto, hasta que el ayuntamiento no nos apruebe la licencia no podemos empezar con la reforma del local.

Y claro, ya sabemos todos lo rápido que funciona todo lo que esté relacionado con la administración pública.

Y aquí es donde nos encontramos ahora mismo.

En este proceso se nos volverán a ir unas cuantas semanas en las que nos veremos obligados a estar parados sin poder avanzar; eso sí, el alquiler hay que seguir pagándolo.

Lo unico que hemos podido hacer mientras esperamos la licencia es ir pidiendo presupuestos de reforma a varias empresas.

De todos los que recibamos nos quedaremos con el que más nos convenza, que seguramente será el más económico.

Y nada, el siguiente paso empezar con la reforma.

Continuará…

Bueno, pues esto es todo de momento.

En este punto es en el que nos encontramos ahora mismo.

Creo que no me dejo nada por contarte de todo este proceso que llevamos adelante.

La verdad es que así contado puede parecer un proceso rápido, pero te aseguro que ya llevamos muchos meses desde que empezamos con esta aventura.

Llega un momento en el que piensas que nunca vas a conseguir terminarlo o que algo va a salir mal, pero bueno, una vez metidos no queda otra que ser optimista, paciente y seguir adelante.

Y claro está, mientras tanto en este proceso hay que ir soltando dinero.

Alquileres, fianzas, comisiones, cánones, honorarios, licencias de ayuntamiento…

Todo es soltar pasta.

Y aún queda lo peor, que es la reforma del local.

Pero bueno, todo esto es verdad que ya lo sabíamos y estaba presupuestado.

Todas estas cosas también han influido en que le haya dedicado menos tiempo al blog.

Sobre todo porque tengo la cabeza puesta en el negocio y eso me distrae de otros asuntos.

Además, también debido a esto estoy totalmente desconectado de la inversión en bolsa y de los mercados; para mí ahora mismo es algo secundario.

Mi cartera sigue intacta, pero ahora está en un estado de letargo.

También es lo bueno de la inversión a largo plazo por dividendos, que puedes despreocuparte por completo y no pasa absolutamente nada.

Mientras tanto a cobrar dividendos.

En fin, pues hasta aquí puedo leer… de momento.

Dentro de un tiempo, cuando la cosa haya avanzado, volveré a escribir otro artículo contando novedades.

Espero que la parte 2 de este artículo llegue a contar la historia desde el punto actual hasta el día de apertura.

Después ya habrá tiempo para hablar de como va el negocio una vez abierto, que eso ya es harina de otro costal.

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Si tienes alguna experiencia emprendiendo, con tu propio negocio o con la apertura de un local, me encantaría leer tus experiencias.

Ya sabes que puedes dejarlas más abajo en los comentarios.

Nos vemos en el próximo artículo.

Un saludo y buena inversión.

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